En el transcurso del III Congreso Nacional sobre Valores, la joven líder Julia Satlari realizó esta entrevista al Sr. Pablo Frere de la ONG FUNDAPAZ.
¿Cómo se definen los pueblos originarios a ellos mismos?
Es una pregunta difícil de contestar para mí y creo también para un indígena. Hay un montón de conceptos en su cosmovisión que son complicados de explicar rápidamente. Yo podría decir sobre los Wichí en particular, que originalmente -y aun en parte en su vida actual-, ellos se perciben como “la gente” y el resto de las personas somos algo que podríamos denominar como “no gente”.
Llaman a los criollos ajatay, como no humano, no Wichí y dependiendo de como se utilice hasta puede llegar a significar demonio. Eso refleja el conflicto que a veces tienen con nuestra sociedad y con sus vecinos criollos, con los que tienen que convivir y conviven en situaciones de conflicto.
¿Hay una conciencia de pertenecer a algún estado, de pertenecer a la Argentina o eso también pertenece como a otro mundo?
Si, aunque también eso varía mucho, tanto como la historia que tenga el grupo de referencia. En esto tampoco se puede hablar de toda la cultura indígena, porque como alguien dijo una vez: hay más parecido entre un inglés y un ruso que entre un wichí y un Kolla. Son más distintos e incluso tienen más pica que muchos de ellos con los blancos. Con los pueblos indígenas no podemos homogeneizar. En el caso de los Wichí, yo acompaño tanto a comunidades que están al lado de una ciudad de 20.000 habitantes como otras que son solo 40 familias en medio del monte. ¿Cómo se sienten de argentinos ellos? Creo que es muy variable. Cuanto más lejos estén de un pueblo, menos argentinos se sienten. La conciencia de ser argentinos creo que no la tienen. En el momento más clásico cuando decimos que uno se siente ciudadano, cuando uno va a votar, vienen punteros políticos, hacen un asadito entre distintos grupos familiares, agarran los documentos, los palpan para ver que no tengan algún voto de los otros y les dan el documento con el voto. Esa es la participación ciudadana que tienen. En la medida que los argentinos les damos espacio, se empiezan a sentir parte del concepto de nación.
Por los casos que conoce ¿Se sienten respetados por el gobierno o por el pueblo o hay algún gobierno en especial que haya hecho algo para ayudar?
Creo que muchos problemas de los indígenas son comunes a los pobres argentinos, donde el estado no está acompañando. Entonces tienen dos problemas, encima de ser pobres son discriminados por ser indígenas. A veces esto ha generado hasta una negación de su ser indígena, de su identidad. En el gobierno seguramente hay gente buena, pero ¿Cuáles son los hechos?: El convenio 169 de la OIT, el artículo 75 inc 17 de la Constitución Nacional establecen un marco para sus derechos pero las leyes no están logrando operativizarlos apropiadamente. No existen políticas de desarrollo para indígenas, hay políticas sociales pero nosotros debemos tener la visión del indígena como sujeto de desarrollo.
¿Y es por conveniencia de los gobiernos que no se ocupan de los pueblos originarios?
La sociedad argentina no tenía idea de la existencia de los pueblos originarios hasta la época de la epidemia del cólera, y a partir de allí el tema fue abordado solamente para que la enfermedad no llegara a Buenos Aires.
Los gobiernos y los partidos generalmente utilizan a los indígenas, sobre todo en algunos lugares donde representan un mayor porcentaje de población. ¿Por qué a veces el gobierno no hace nada? Es porque están desbordados, o no están sensibilizados con el tema de los indígenas, o no les interesa en la medida que no les sirve electoralmente.
¿Cuáles son las medidas más urgentes que deberían tomarse?
Hoy de alguna manera lo planteó Germán (Bournissen) en la charla, cuando decía que hay que reconocer primero los derechos o conocer de hecho, la existencia, es decir: “Bueno tenemos indígenas en la Argentina, respetémoslos” ¿Qué significa respetarlos? Desde el gobierno se debería hacer que se los respete, y las medidas que ellos han planteado en el documento del Programa de Participación de los Pueblos Originarios de 1996.
¿Desde la gente, los voluntarios que podrían hacer?
Lo primero y principal es sensibilizarse uno, saber que lo que yo puedo hacer inmediatamente no es tanto como lo que yo puedo hacer si cambio mi cabeza, cualquier oportunidad que tenga en mi vida, en mi desarrollo profesional, en mi vida cotidiana, hacer algo por los indígenas. Saber que son culturas diferentes. Poner un alambrado para ellos es como decirte que tenés que pagar por el aire que repirás... y que ya no podés tomar el arbolito que tenías porque ahora es mío, en eso es en lo que tenemos que sensibilizarnos. El diálogo es un camino importante. Implica el ir a recibir y aportar algo, ir y observar a las comunidades. A ellos les sirve saber que quieren aprender de ellos. El capital humano: “Este me quiso escuchar de una manera respetuosa”.
Respecto de los bienes materiales. ¿Hay algo que se pueda mandar, que se necesite?
Eso es permanente. Sin generar una relación de asistencia, tampoco hay que decir: “Ah, no les demos nada”. Creo que es necesario todo tipo de alimento no perecedero, ropa y medicamentos.
¿Libros?
Si. Y acompañarlos con la visita. Útiles escolares también.
¿Qué medidas podrían tomarse para una integración en la que se respeten las diferencias culturales?
La palabra integración trae una connotación de que alguien se integra dentro de otro, entonces, ni los blancos vamos a ser indígenas, ni lo indígenas tienen por qué ser blancos. Hay que fomentar relaciones de mutuo respeto en que todos podamos desarrollarnos en un clima de justicia y paz.