78 AÑOS LLENOS DE VIGOR
Luce con orgullo su cercanía octogenaria. Se trata de Roberto Ligueri, un veterano que siente a la Asociación Cristiana de Jóvenes/YMCA como propia.
Como el servicio militar obligatorio lo había dejado con unos diez kilos de más, decide por oídas de café y oficina, allá por el año 50, ingresar con unos amigos a la Asociación. Su primera impresión fue que se estaba asociando a una institución importante y que podría encontrar en ella todo lo que estaba necesitando.
Con el tiempo, a través de las clases de gimnasia y otras actividades físicas, descubrió el juego de pelota a mano. Se entregó de lleno a esta actividad, en la que logró varios títulos y continuó practicándola hasta que el alma (naque), siempre llamando a la sensatez, le dijo basta.
Recuerda con nostalgia cuando por ese entonces las canchas de pelota a mano del gimnasio-terraza eran una fiesta y parecía La Bristol. No puede dejar de recordar al pintoresco Tempo, celoso guardián de los horarios y obstáculo infranqueable para las picardías de los jugadores.
La primera Comisión Directiva de la Unidad Programática Sede Central, décadas atrás, lo contó entre uno de sus integrantes. Luego, de la mano del recordado Emilio Giraldo (según sus propias palabras su hermano mayor en el afecto) siguió colaborando en distintas comisiones y actividades.
Convencido de que el vestuario de la Asociación es uno de los espacios que mas contribuye a lograr ese místico ambiente de amistad y de integración que la caracteriza, cuenta que más de una vez se encontró en lugares de veraneo con el saludo de personas que le parecían desconocidas, que sin embargo hacían referencia a varias situaciones graciosas ocurridas entre los roperos y las duchas, en las que Roberto había participado.
Rememora Roberto el viaje a Japón siguiendo a Boca Juniors, junto con un grupo de asociados de la institución. Esa travesía fue organizada por YMCA Turismo y se convierte en un recuerdo imborrable, más allá del triunfo del club de sus amores.
Tal como lo pregona el triángulo de la Asociación Cristiana de Jóvenes/YMCA, cuidar el alma, la mente y el cuerpo son los principios que han regido su conducta personal en el transcurso de su vida, y ello en gran parte se lo debe a la institución.
Finaliza la charla con el deseo esperanzado de que los jóvenes de hoy día puedan tener la oportunidad de encontrar una casa familiar que los contenga y los oriente, como lo hace la Asociación Cristiana de Jóvenes/YMCA.