¡Qué importante en este tiempo de recogimiento, a la vez coronado por la gloria de la resurrección del Señor, reflexionar profundamente acerca de la imperativa necesidad que tiene la humanidad de que haya muchos más hacedores del bien! Alejémonos de la ponderación de lo efímero, que va ganando terreno en sociedades que viven lo fugaz y la inmediatez, y que han dejado las creencias en valores permanentes olvidadas en algún rincón de la historia que también se empeñan en desconocer.
A los cristianos, en particular, nos cabe una enorme responsabilidad en este desafío. No nos puede tentar desentendernos del compromiso o esperar que otros tomen la iniciativa. Debemos hacerlo nosotros como discípulos de quien ofrendó su vida por nuestra salvación. Además, tenemos que encararlo con alegría y fuerte convicción. Para los cristianos la alegría es un don espiritual y misterioso. Como decía Santa Teresa de Jesús, “los cristianos tristes son tristes cristianos”. Es decir, no se convierten en testimonio de su fe. Existe tristeza cuando, precisamente, escasea o se ausenta la esperanza. Ratifiquemos la convicción de que Dios unge a quienes hacen el bien. Guardemos en nuestros corazones el extraordinario ejemplo de Dios que ungió a Jesucristo con el Espíritu Santo y, como leemos en los Hechos de los Apóstoles: “Él pasó haciendo el bien y sanando a todos los que habían caído en poder del demonio, porque Dios estaba con él”. FELICES PASCUAS, es el sincero deseo de la Asociación Cristiana de Jóvenes/YMCA
Eduardo Spósito Secretario Honorario |
| Osvaldo Pérez Cortés Presidente |
| Norberto Rodríguez Secretario General |
