A dos años del bicentenario del grito de libertad que retumbó y replicó en toda la América hispana se nos presenta el desafío de fortalecer las bases de nuestra identidad nacional, vital para proyectarnos hacia el ansiado horizonte de grandeza tantas veces postergado.
Decíamos en mayo de 2007: “El cercano bicentenario nos ofrece una inmejorable oportunidad para serenar nuestros espíritus, sabernos hijos de una misma Patria que espera de nosotros gestos y actitudes que hagan posible vivir genuinamente la unidad y alcanzar una meta insoslayable y fundamental: el bienestar de las generaciones presentes y, fundamentalmente, futuras. La discordia y el enfrentamiento recurrente opacan la reflexión y los debates de fondo que en un marco de respeto nos debemos para que el sueño de 1810 se convierta en realidad tangible.”
La reflexión de hace un año adquiere lacerante actualidad. En un mundo convulsionado, inestable y con pronóstico reservado, es de alto riesgo agregarle reyertas internas, perfectamente evitables si dejamos de levantar el dedo acusador y la mutua descalificación que nos fragmenta como sociedad y habilita enfrentamientos cuyos dramáticos costos deberíamos evitar más tarde lamentar.
La Asociación Cristiana de Jóvenes/YMCA considera que para todos los actores de la sociedad y para el conjunto de la ciudadanía, sin exclusión, es tiempo de sosiego y mesura. Debemos comprometernos a sentir, pensar y trabajar con denuedo y honestidad la Argentina DE TODOS, con su diversidad y pluralismo a cuestas, comprendiendo -remitiéndonos a pasajes bíblicos cuya vigencia salta a la vista- que a quien más le es dado más le será exigido. Y no olvidar que hay muchas hermanas y muchos hermanos que pasan necesidad y hambre, y que en el país mueren niños por causas perfectamente evitables. ¿No merecería esta enorme deuda social otra clase de preocupación y respuesta efectiva?
La reflexión de hace un año adquiere lacerante actualidad. En un mundo convulsionado, inestable y con pronóstico reservado, es de alto riesgo agregarle reyertas internas, perfectamente evitables si dejamos de levantar el dedo acusador y la mutua descalificación que nos fragmenta como sociedad y habilita enfrentamientos cuyos dramáticos costos deberíamos evitar más tarde lamentar.
La Asociación Cristiana de Jóvenes/YMCA considera que para todos los actores de la sociedad y para el conjunto de la ciudadanía, sin exclusión, es tiempo de sosiego y mesura. Debemos comprometernos a sentir, pensar y trabajar con denuedo y honestidad la Argentina DE TODOS, con su diversidad y pluralismo a cuestas, comprendiendo -remitiéndonos a pasajes bíblicos cuya vigencia salta a la vista- que a quien más le es dado más le será exigido. Y no olvidar que hay muchas hermanas y muchos hermanos que pasan necesidad y hambre, y que en el país mueren niños por causas perfectamente evitables. ¿No merecería esta enorme deuda social otra clase de preocupación y respuesta efectiva?
Eduardo Spósito Secretario Honorario |
| Osvaldo Pérez Cortés Presidente |
| Norberto Rodríguez Secretario General |