LA IGUALDAD DEBE CONVERTIRSE EN REALIDAD
Seguimos asistiendo, a pesar de sonoras manifestaciones en sentido contrario que frecuentemente no dejan de ser parte de la retórica de una sociedad atravesada por preocupantes rasgos de superficialidad, a actos que consolidan actitudes que discriminan a la mujer. Y puede observarse en la cotidianeidad, la misma que no puede negarse por la contundencia y comprobación de los hechos concretos. En el trabajo remunerado, con similares responsabilidades y compromiso, la mujer recibe, asiduamente, reconocimientos y valoraciones inferiores a los varones. Y no en pocas ocasiones se le exige y demanda por encima ellos. No existen razones objetivas que lo justifiquen. Sin embargo, se produce y de una u otra forma es socialmente convalidado. No es el único ámbito en el que la discriminación se expresa. Sucede algo igualmente perverso cuando la mujer es considerada un objeto de la sensualidad exorbitada y consumista, tendencia que lleva a desconocer su condición de sujeto esencial de la vida. En todo caso, la celebración del Día Internacional de la Mujer debe convertirse en una oportunidad para reflexionar y modificar conductas que hagan posible una sociedad inclusiva y donde la igualdad deje de ser una aspiración para convertirse en una realidad que enaltezca nuestra condición humana. Es el llamado que se permite compartir la Asociación Cristiana de Jóvenes/YMCA.
Eduardo Spósito
Secretario Honorario
Osvaldo Pérez Cortés
Presidente
Norberto Rodríguez
Secretario General