“Ningún país del mundo, ningún sistema político, puede pensar en el propio futuro de modo diverso si no es a través de la imagen de las nuevas generaciones, que tomarán de sus padres el múltiple patrimonio de los valores, de los deberes, de las aspiraciones de la nación a la que pertenecen, junto con el de toda la familia humana”(1).
Esta enorme verdad obliga al Estado, en primer e inclaudicable lugar, y a la sociedad en su conjunto, a proteger los derechos de los niños. No basta con palabras ni con promesas o simbólicas celebraciones; el derecho de los niños debe preservarse para todos los niños y todos los días.
“La situación de gran parte de los niños en el mundo dista mucho de ser satisfactoria, por la falta de condiciones que favorezcan su desarrollo integral, a pesar de la existencia de un específico instrumento jurídico internacional para tutelar los derechos del niño” (2).
Esta declaración que compromete a la comunidad internacional está lejos de ser aplicada con responsabilidad y caridad. Se asiste, con espanto y una pasividad que asombra, a problemas gravísimos que atentan contra los niños: los que viven en la calle, los que son usados en conflictos armados y el tráfico de drogas, los que son explotados sexualmente, sin hablar de los condenados al hambre y a la muerte por causas que hoy son perfectamente evitables.
La Asociación Cristiana de Jóvenes/YMCA invita a aprovechar la celebración del DÍA DEL NIÑO para comprometernos con la defensa de su dignidad y sus derechos, al tiempo que intentar hacernos como niños para recuperar la esperanza en un mundo opacado por las tinieblas de la incertidumbre y la pérdida de valores fundamentales.
Juan Pablo II
Convención Internacional de los Derechos del Niño
Eduardo Spósito Secretario Honorario |
| Osvaldo Pérez Cortés Presidente |
| Norberto Rodríguez Secretario General |