Veamos la rutina de Don Andrés, cuidando su cuerpo y al mismo tiempo su espíritu: ½ hora de bicicleta, ½ hora de poleas, un poco de aparatos y luego otra ½ hora de remo. Dirige, los lunes, miércoles y viernes, en sesiones de 50´, una clase con bastones para un grupo de asociados. Pero además, los sábados rema en el Tigre, aproximadamente 20 kms. Ha realizado innumerables travesías a Colonia, Carmelo, Martín García, etc.
Cuando se vinculó a la Asociación lo atrajo la natación. Luego integró los primeros grupos de asociados que practicaban gimnasia en grandes aparatos. También le interesó el boxeo.
Manifiesta siempre un profundo agradecimiento a la Asociación, principalmente por el acompañamiento y contención que recibió en momentos muy difíciles de su vida. Expresa un especial reconocimiento a la institución por facilitar la integración a las personas mayores, característica poco frecuente en otros lugares.
Que nos aconseja Don Andrés como norma de vida: ser medidos, cuidar el cuerpo y cultivar el espíritu.