1850 – 17 de agosto – 2007
Ante un nuevo aniversario del fallecimiento del Padre de la Patria se nos presenta la oportunidad de reflexionar sobre su legado, sembrado de humildad y entrega, y sin pedir nada a cambio.
Por otro lado, nada fue lo que recibió después de la gesta libertadora que hizo posible con su Ejército de los Andes la emancipación de Chile, en 1818, y del Perú, en 1821. Conforma junto con Bolivar y Sucre el trío vital que enarboló la bandera de la libertad de la América hispana. Los tres, también, tuvieron como reconocimiento el olvido: San Martín murió en el exilio, Simón Bolivar arrumbado en una isla sin poder cumplir su sueño de la Gran Colombia y su asesinato fue el destino de Antonio J. Sucre..En este tiempo en que la demanda es recuperar los valores que andan merodeando la oscuridad y no encuentran su cauce, es muy importante recurrir a la memoria histórica y repasar lo que han hecho hombres como Dn. José de San Martín, de carne y hueso, con fortalezas y debilidades como cualquier ser humano, en favor de la construcción de una nación que anhelaban libre e integrada como la Patria Grande soñada.
Estamos seguros que San Martín preferiría menos loas a su memoria y más acción consecuente con su vocación patriótica. Todos nosotros, y de manera particular quienes tienen encumbradas responsabilidades ciudadanas, debiéramos nutrirnos del testimonio de San Martín e intentar emularlo con la grandeza todavía lastimosamente ausente.
Eduardo Spósito Secretario Honorario |
| Osvaldo Pérez Cortés Presidente |
| Norberto Rodríguez Secretario General |
