Sus jóvenes 75 años lo convierten en un referente amigo de sus amigos. Su rutina en el gimnasio de aparatos y complementos es rigurosa y ejemplar. Le suma la pista aeróbica y clases de gimnasia tres veces por semana. Sin duda, un ejemplo a imitarEmpresario exitoso, se vinculó a la Asociación Cristiana de Jóvenes/YMCA hace 53 años. Lo hizo luego de estar probando, como él mismo dice, en diferentes clubes (Macabi, Hebraica, Atlanta). En ninguno de ellos encontró lo que buscaba: un ambiente sano, familiar y sociable. Llegó a la YMCA y nunca más se alejó de ella.
Cuando se asoció a la institución tenía 22 años y junto a su hermano Naún, un personaje del fútbol de salón, descargaban la juvenil energía todos los días de la semana, inclusive los domingos. Comenzaban con las clases de gimnasia, continuaban con el básquet y finalizaban exhaustos con el “fulbito” de salón. Ésta actividad la mantuvo hasta hace menos de dos años, momento en el cual resolvió abandonarla. ¿Qué estaba pasando? No veía la pelota pero no por un problema en la visión, sino debido a la velocidad de los jóvenes adversarios. De los dos hermanos era el más “suave” jugando en la defensa. Naún es conocido por alejar a todos los delanteros con un “zapateo” muy especial.
Aunque es socio también del Club River Plate, las actividades en su tiempo libre siempre las hizo, las hace y las hará en su segunda casa: la “Yumen”
Aquí, en el transcurso de los años, fue encontrando a varios amigos que conoció, a su vez, en su peregrinar anterior por otros clubes. A estos amigos les pasó lo mismo: llegaron a la Asociación en búsqueda de valores que no percibieron en otras instituciones.
Recuerda con nostalgia los fogosos partidos de fútbol y básquet de la época con las galerías repletas de espectadores y donde se dejaba hasta el último aliento en la cancha, sin resentir la amistad.
La Asociación Cristiana de Jóvenes/YMCA, confiesa Luis, le permitió una perspectiva diferente de lo que significa la calidad de vida, la plenitud corporal que siente actualmente, el sentido de la amistad y el sesgo solidario, entre otros aportes.
Aconseja experimentar en la vida todas las actividades positivas que se presentan. Si se duda siempre quedará el interrogante de lo que pudo haber sido. Hay que decidirse para poder optar por lo mejor.
