La amistad y el compañerismo lo movilizan
Con 72 años de vida que no le pesan y 64 como miembro de la Asociación Cristiana de Jóvenes/YMCA, Mario Hellmann expresa cabalmente las características de los/as asociados/as de la institución. Éstos y éstas privilegian el compañerismo, la amistad, el ambiente cordial y afectivo por sobre cualquier otro aspecto.
Mario llegó a la Asociación Cristiana de Jóvenes/YMCA luego de haber pasado por varios clubes. De entrada lo entusiasmó el fútbol de salón -creación internacional de la institución- que se practicaba, lo que en ese tiempo todavía era una novedad. Luego se interesó por la natación y aprendió a moverse muy bien en el agua. Como le resultaba fácil aprender empezó a jugar básquetbol y voleibol. Se dio cuenta que lo importante era tener un buen profesor y de allí en más la práctica de diferentes deportes salía naturalmente.
La vida lo llevó a ser un profesional y un empresario exitoso. Cuenta una anécdota que lo pinta de cuerpo entero: coincidiendo con su luna de miel se jugaba en la Asociación una final del torneo interno de básquetbol. No encontró mejor solución que terminar su luna de miel dos días antes y participar del juego. Cuenta que su esposa, Dorita, todavía no se lo perdona.
De adulto asoció a sus dos hijos varones que lo acompañaron en la Asociación durante 20 familiares años.
Ante la pregunta: ¿Qué encontró de diferente en la Asociación Cristiana de Jóvenes/YMCA?, Mario responde: “algo muy difícil de atesorar: amistad y compañerismo, con lazos que no hacen diferencia entre jóvenes y mayores, ricos y pobres, orígenes o religiones. Para la Asociación, el ser humano es único”.
Si tuviera que dar un consejo, diría a los padres que no pierdan la oportunidad de hacer participar a sus hijos de la Asociación Cristiana de Jóvenes/YMCA. Allí aprenderán, dijo, “a respetar al prójimo, a ayudar al indefenso y a valorar lo poco o mucho que se pueda tener”. A los adultos les recomienda “persistir en la lucha por la recomposición de una sociedad justa y solidaria. El sacrificio de nuestros antecesores no puede ser olvidado”.
Mario sigue practicando regularmente gimnasia, natación, bicicleta, caminata en la cinta y algo de pesas y complementos. Adiciona semanalmente el sauna y el infaltable masaje. Una reciente y exitosa operación lo alejará como protagonista activo del fútbol de salón, pasión que cultivará de alguna otra manera.