Una presencia cotidiana en la vida de la YMCA
Lleva con legítimo orgullo sus vibrantes 80 años y es una presencia invariable y apreciada en la geografía diaria de la Asociación Cristiana de Jóvenes. Se trata de Sarita Orri, o mejor dicho de Sarita, como se la identifica cariñosamente, quien hace 33 años se vinculó a la Asociación.Apasionada del sol luce un bronceado juvenil. Participa, también, de la actividad de yoga y es infaltable en el ciclo YMCA Jazz Club. Además, cultiva la pasión por las finas relaciones públicas y el restaurante de la sede central la tiene como habitué.
Su inicio en la Asociación respondió a una especie de mandato familiar: su esposo, Héctor Orri, era socio desde los 10 años. Estuvo un breve lapso alejado de la institución por haberse mudado al Gran Buenos Aires. Pronto reingresó junto a sus hijos y como era de suponer, Sarita fue convencida de lo beneficios de integrarse al clan. Comenzó haciendo su clase diaria de gimnasia (por esos tiempos las actividades se realizaban en forma separada: varones por un lado y mujeres por el otro). Al incorporarse el yoga en la sede central, fue de las más entusiastas y asiduas adherentes.
El programa sociocultural de la institución la tuvo como protagonista, siendo las clases y peñas de tango y folclore su predilección.
Recuerda con un dejo de nostalgia la intervención de su familia en los intensos torneos internos de natación, donde su esposo y sus tres hijos conformaban una posta famosa. Comenta risueñamente que como producto de la estrategia, Héctor siempre largaba primero por ser el más “queso”.
Sarita señala que la Asociación Cristiana de Jóvenes/YMCA le abrió un nuevo horizonte personal. Hasta el momento de asociarse su dedicación casi exclusiva era al cuidado de la casa y de su familia. A partir de su ingreso a la institución, sin descuidar lo anterior, pudo compartir un mundo más amplio. Contribuyó a ello la participación en las clases de gimnasia y yoga, los campamentos, las actividades socioculturales, las excursiones y el permanente relacionamiento con una variedad de personas y grupos.
Considera muy valiosa la existencia de una institución como la Asociación Cristiana de Jóvenes/YMCA, la cual, dice, contiene a sus asociados, permitiéndoles Ser y Crecer
