Corría el año 1970 cuando Roberto Modarelli (alias “El Negro”) decidió acercarse a un lugar del cual sus amigos le venían hablando: la “Yumen” le decían los de mayor edad; “la Asociación” los mas contemporáneos. Por un momento pensó que eran dos instituciones diferentes; mas tarde se percató que sus amigos hablaban de la misma. No entendía el por qué ellos evitaban la palabra “club”, tan común para él. Y sintió curiosidad por averiguarlo. El tiempo se encargo de dilucidar el tema.Su personalidad y su trato afable le permitió, a pesar de haber sido por ese momento un novel asociado, cosechar rápidamente muchos amigos. Se integró con entusiasmo a la clase de gimnasia del mediodía y cuando le quedaba resto continuaba con el turno de voleibol o fútbol. A medida que pasaba el tiempo fue dosificando el esfuerzo y decidió dedicarse al fútbol del gimnasio 2. Según él, fue una decisión acertada que le permitió un “ascenso”: del subsuelo pasó al 7º piso, reemplazando los fogosos partidos del gimnasio 1 por un clima basado en la veteranía de los participantes y la media máquina en el juego. La amistad estaba por encima de cualquier resultado. Hoy, apenas sus obligaciones empresarias se lo permiten, se hace una escapada para seguir con el grupo haciendo rodar la pelota y luego tomarse un descanso en el sauna. Identificado con los propósitos y objetivos de la Asociación Cristiana de Jóvenes/YMCA y los valores que de ellos se desprenden, al poco tiempo de la inauguración de la sede Parque, localizada en el Bajo Flores, incorporó a su familia, ejemplo que fue seguido simultáneamente por un numeroso grupo de asociados de la sede de la calle central. Aún se recuerdan los variados y entretenidos eventos que tuvo al mencionado grupo como activo protagonista.
Asiduo concurrente a Ymcamar (Monte Hermoso) en temporada de verano e Ymcápolis (Sierra de la Ventana) en Semana Santa, ambos centros turísticos de la Asociación Cristiana de Jóvenes/YMCA, tiene infinidad de anécdotas para contar. Una de sus preferidas es la jugada que su equipo realizó en ocasión de las tradicionales multiactividades que se llevaban a cabo en los centros turísticos de la institución. Para restarle puntuación al equipo oponente, y siendo una de las consignas requeridas la presentación final a lomo de caballo, fueron a la ciudad de Monte Hermoso y alquilaron todos los equinos existentes. Los oponentes debieron hacer la presentación a pié y perdieron la competencia. Socio Activo de la Asociación Cristiana de Jóvenes/YMCA, Roberto demuestra una participación responsable en sus funciones y aunque últimamente transita mas el restaurante “El Encuentro” de la sede central que los gimnasios, siempre está atento a las oportunidades y necesidades que puedan requerir su colaboración.
A los agradecimientos por su compromiso y dedicación, responde que sólo devuelve en parte los muchísimos momentos de alegría, amistad y encuentro con uno mismo que la Asociación Cristiana de Jóvenes/YMCA le brinda cotidianamente. De tener que dar una consejo de vida, recomienda asumir una actitud solidaria con el prójimo, disfrutar de la familia y atesorar el concepto de amistad.
